La prensa hace responsable a la inspectora Murillo de que uno de los rehenes, Arturo, haya recibido un disparo. Su papel al frente de la negociación es cuestionado por medios y también por el CNI. Arturo tiene un disparo cerca del hombro y necesita asistencia médica, pero los atracadores se niegan a que abandone la Fábrica de Moneda y Timbre. Tendrá que entrar un equipo médico para hacer la cura.